viernes, 18 de noviembre de 2011

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Yo nací un día que Dios estuvo enfermo.
Todos saben que vivo, que soy malo;
 y no saben del Diciembre de ese Enero.
Pues yo nací un díaque Dios estuvo enfermo.

Hay un vacío en mi aire metafísico
que nadie ha de palpar:el claustro de un silencio
que habló a flor de fuego.

Yo nací un día
que Díos estuvo enfermo.
Hermano, escucha, escucha…
Bueno. Y que no me vaya sin llevar diciembres, sin dejar eneros.
Pues yo nací un día
que Díos estuvo enfermo.

Todos saben que vivo,que mastico… Y no saben
por qué en mi verso chirrían,
oscuro sin sabor de féretro, luyidos vientos
desenroscados de la Esfinge
preguntona del Desierto.

Todos saben… Y no saben
que la Luz es tísica,y la Sombra gorda…
Y no saben que el Misterio sintetiza…que él es la joroba
musical y triste que a distancia denuncia
el paso meridiano de las lindes a las Lindes.

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo,
grave.

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