Una vez más sentada frente al camino, esperando la despedida...esperando que el sol no regrese.
La vida no viene con instrucciones, no siempre sabes que hacer, simplemente hacemos lo que pensamos que es mejor y rezamos para que todo salga bien, esperamos, confiamos en que así sea, porque no hay de otra...
pero que pasa cuando tienes las ganas de hacer algo que sabes que no debes y te mueres por hacerlo, pero no debes...sabes que no debes...pero te mueres por conseguirlo, me muero de ganas de hacerlo.
¿que hacer?
Hay golpes en la vida ,tan fuertes yo no sé....así comenzaba un poema que me gustaba en la época del colegio, de Cesar Vallejo, vamos a ponerlo.
Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé.
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... Yo no sé.
Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como un charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes ... Yo no sé!
Excelente poema, uno de mis preferidos.
hasta entonces,
SAM.
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